Manifiesto del Movimiento bu-bu.
- arte para cualquiera -
Premisa primera para un mejor entendimiento del pragmatismo bu-bú: - Hay que vomitar las palabras al decirlas; la finura es para los eruditos-decadentes, no para el vulgo (nosotros).
De este Manifiesto: Es un testimonio de los tiempos insensatos en donde estamos insertos, nace de Uno mismo, de Todos, del Otro, de la propia resignación como Ser Humano, del capricho de la existencia, de una problemática que nos afecta a todos, de las ganas de vomitar y manifestar que tanto vos como yo, somos algo que no tiene una respuesta racional.
Cada uno de nosotros es culpable ante todos, por todos y por todo. (F. Dostoievski)
De la problemática en mi Yo:
Mi yo tiene problemas (es indudable),
mi yo se plantea el porqué de la existencia
de dónde venimos?, hacia dónde vamos? (como todos los Yo).
Mi primer yo vaguea por los sinsentidos, a veces se persigue,
se dispersa y se autosuprime; no entiende nada, solo se limita a darle vueltas una y otra vez a lo mismo
hasta que se le escapa lo que venia deliberando y lo deja perdido por ahí... en el olvido.
Mi segundo yo es más razonable, lo piensa, lo entiende, lo observa,
pero, para qué? –no sé, ni idea- es un arrebato muy yoico de su propio sentido de autoconservación,
es respetable... pero muy intolerante.
Mi tercer yo... es desfachatado, admirable, ahistórico, sexual, sexópata, libidinoso, híbrido,
va buscando placer hasta cuando saborea una aceituna, penetra cada agujero que encuentra,
bucea en las humedades, goza con los sentidos y los explota eficaz;
desea imponerse a toda costa ( y a veces lo logra),
pero es oprimido, como Yo, como todos, como todos mis yo.
De la felicidad: Si la felicidad fuera realmente deseable para el hombre, el idiota sería el ejemplar más bello de la humanidad. (Fiedrich Nietzsche). -¿Puede un idiota como yo agregar algo más?
De la resignación: el tiempo no es más que nuestro invento, prefiero perderlo.
De la perversidad femenina: la venganza de la ‘costilla’.
Del asesinato y del suicidio condensado en una misma cosa: ¡Mate y huya... huya!. Cuando uno se suprime a sí mismo hace la cosa más estimable que existe. (Fiedrich Nietzsche)
De la degeneración del buen decir: Ostra/Concha
Del Eterno retorno: ¿No se parece en demasía mi mujer a mi madre?
De cómo ser un buen tirano y no perecer sin serlo: Ten hijos, y hazte padre.
Del dolor de existir y la melancolía: No entiendo por qué te llevaste mi vida y me dejaste en la hoguera, no entiendo por qué te fuiste sin decirme cómo, por qué y de qué...
De los objetos industrializados: Me falta la huella de la mano del artista, “el milagro” del tacto que sensibiliza la materia. (A. Tápies).
Del hombre: ¿Un Dios con prótesis?...
De las diversas técnicas para evitar el sufrimiento: Hacer el amor, coger, copular, fornicar, etc., etc., etc.
De la coprofagia: Ahora solo basta con encender el televisor.
De los días de la vida: Se me pasan, arrogantes, sin pensarlos.
Del tiempo: El tiempo es relativo a los efectos. Comprobación: el viaje de vuelta siempre es más corto que el de ida.
Del deseo: El deseo es el deseo del Otro. (J. Lacan). – Siempre: del orto del Otro.
Del ‘superhombre’: Wo Es war, soll Ich werden. (S. Freud). (Donde Ello era, Yo debo devenir).
De la semiótica o semiología: Bien utilizada, puede ayudarnos a despertar a los dormidos.
De la refundación del psicoanálisis: Los que buscamos redefinir o refundar la teoría psicoanalítica, nos vemos en la necesidad de querer sacar a la práctica psicoanalítica del estancamiento burgués de la posmodernidad en que se encuentra; para eso es necesario una profunda relectura de la historia del psicoanálisis y de su fundador (Sigmund Freud); para luego enfrentarla con las vicisitudes de los tiempos que corren, generar un cambio radical en la manera en que el psicoanálisis se lleva a cabo, sacarlo de los consultorios - ¿socializarlo? -, poner en jaque toda su estructura y sus postulados, desvestirlo ante el hombre, pragmatizarlo en cada rincón del universo humano. El principal objetivo y premisa primera es generar un cambio radical de conciencia en la mentalidad de los psicoanalistas que comandarán la ‘verdad’ psicoanalítica en los claustros y entornos educacionales en el futuro. Es sabido que los procesos de subjetivación se producen en el seno de la sociedad, de ahí, que el psicoanálisis tal como se lo utiliza hoy es más de inserción al sistema que de cambio de mentalidad, de idea de mundo y de construcción de realidad en el sujeto, el hombre como sujeto debe poseer las facultades para comprenderse como ser humano inserto en comunidad; por otro lado, la vaga idea de que el verdadero fin está en otra parte, nos lleva directamente a la enajenación instantánea, a la metafísica, a formarnos erróneas realidades; a formar parte de cofradías que nos mantienen distraídos del verdadero fin del hombre: “nada vale luchar por la justicia social si no es al propio tiempo una lucha por la libertad del ser humano y por la dignidad que le corresponde”. (E Sábato).
Del arte: El arte debe ser parte de nuestras vidas, y como bien dice Tápies, el arte debe actuar como germen transformador de la realidad social.
De los amigos: Rodolfo y yo (en una tarde de verano)
Rodolfo corre, ¿a qué le corre?, ¿a quién le escapa?
Lleva un ritmo perseguido, perdido y casi lento
Yo en cambio escribo, ¿a qué le escribo?, ¿a quién le escapo?
Llevo una prosa inconclusa, perdida y casi odiosa
Rodolfo corre, yo escribo (en una tarde de verano).
Del revólver: ¿Una eterna tentación?
Del decimoquinto piso: ¿Otra eterna tentación?
De la incertidumbre personal y general: ¿De dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?
De los ilustres antepasados: A aquellos que tengan un antepasado ilustre, no les da derecho a comportarse como idiotas, decadentes, quédense en sus casas, guárdense de andar diciéndolo por ahí, y háganse un favor: cámbiense el apellido, ustedes no son su antepasado ni mucho menos.
De la ética cristiana: La Biblia dice: el que no cometió ningún pecado que arroje la primera piedra. Yo digo: el que no cometió ningún incesto que arroje el primer preservativo.
De los estereotipos: No a la ambigüedad, pero sí a la bisexualidad.
De las palabras de amor: Podría sonreír vastas palabras de amor, pero el infinito sentimiento de la carne estremecida ante tu presencia y tu calor cercano, es tan abstracto como esas mismas palabras de amor.
De la metafísica cartesiana: “Dios en su concurso ordinario, debe conservar en el universo la misma cantidad de movimiento y reposo que puso en él al crearlo”. (R. Descartes). –Excelente ejemplo del fundador de la filosofía moderna para justificar(se) la cobardía-canalla metafísica y todas sus infinitas inquisiciones a lo largo de la historia del homo-parlante... ergo, Descartes fue y seguirá siendo el Gran cobarde... ¡Sacálo por la ventana y entrálo por la puerta, canalla!.
Del romanticismo adolescente: Para qué quiero la vida?
Si la vida no me quiere.
Para qué quiero tenerte?
Si al final vos no me quieres.
De qué sirven las verdades?
Si en el mundo en que vivimos
nos gobiernan las mentiras
De qué sirve que te ame?
Si al final de este camino
no te encuentro en mi destino.
Del posible paraíso: Que paraíso sería el mundo sin humanos...
De las matemáticas y sus respectivas abstracciones: Me divierten tanto como un libro de Víctor Sueiro, o de Jorge Bucay.
De Dios y el azar: Albert Eisntein dijo alguna vez: Dios no juega a los dados con el mundo; pero porque nunca tuvo dados.
Del ‘habla’: Todo lo original se perdió con el silencio.
De la retórica aristotélica: ¡Tanta crítica y desprecio a los sofistas! ¡Tanta adoración a Platón y Aristóteles! En definitiva ¿qué es la retórica aristotélica? : el "arte" de cómo chamuyar con clase.
De los orígenes de la filosofía: Hay tres orígenes de la filosofía: el asombro, la duda, y las situaciones límites.- Se podría agregar un cuarto: la bronca.
De la metafísica cristiana: Si el dios cristiano existe y es tan perfecto como dicen: ¿para qué creó al hombre?, ¿para divertirse de los errores que éstos cometen?- En ese caso me quedo con el diablo: por lo menos es sincero.
De las ‘improvisaciones’: “Una expresión en gran parte inconsciente, espontánea, de carácter interior, de naturaleza no material (es decir, espiritual). (V Kandinsky.)
De la frase “Dios ha muerto”: Yo me pregunto: ¿cómo puede morir algo que nunca dio señales de vida?.
De los artistas: “Yo creo que el artista debería imponerse el deber de no llamar jamás la atención. Me indignan los excesos de dramatismo y originalidad. Fíjate que ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás, lo que me parece de gusto muy dudoso”. (E. Sábato).
De la sinestecia: Escucho imágenes, huelo sonidos, saboreo colores, y con mis manos distingo los aromas... ¿se imaginan percibiendo una sensación en una parte del cuerpo por la aplicación del estímulo en otra?, ¿se imaginan teniendo los sentidos cruzados?... algunos hombres tuvieron ese privilegio.
De la arrogancia: En nosotros es inversamente proporcional a la cortesía.
De la esquizofrenia: Disfraces de la vida cotidiana.
Del cuento breve en el pragmatismo bu-bú (técnica de escritura: bastardeo y elección):
Duraznos y damascos, o de los sinsentidos.
- Tengo hambre -, le dijo él, casi suspirando. Entonces ella tomó el arma con sus dos manos y le apuntó al cuadro en la pared de los duraznos y los damascos.
- Se te pasará el hambre si destierro esa pintura de frutos abstractos e inexistentes que provocan tu deseo -.
-¡No, no lo creo, no lo hagas!, alcánzame los higos disecados.-
Hizo dos pasos y de la alacena oscura los sacó y se los alcanzó. Rápido, sin saborearlos, uno a uno, los fue devorando celosamente, como quien sabe y entiende que esa será su última sabida ingesta de comestibles sobre la faz de las tierras prometidas.
- Hazlo mas lento -. Le recriminó ella observándolo ensimismada -. Recuerda que son tus últimos bocados -. Él la miró, pero no le prestó mayor atención.
El reloj cucú dio el aviso de que ya era hora de partir hacia la guerra, el futuro más incierto. Entonces él, de mala gana y resignado se levantó de la silla, tomó sus cosas y llevó consigo los últimos higos que quedaban en el frasco. Ella le acomodó el cuello del uniforme viejo, maltrecho y deshilachado, y lo acompañó al último saludo debajo del marco de la puerta de la casa, el adiós se sucedió de frente al cuadro de duraznos y damascos, y caminó automáticamente perdiéndose en la inoportuna neblina.
Ella volvió sobre sus pasos, cerró la puerta con cuidado, lo vio irse por la ventana y se dirigió a un canasto escondido debajo de la cama y sacó los duraznos y los damascos; y en un vacío suspiro, dijo: –tengo hambre- dio el primer largo y deseoso mordisco a un durazno.
Él nunca volvió a probar uno, él nunca volvió y sació su deseo, el nunca volvió...
De la poesía en el pragmatismo bu-bú (técnica de escritura: bastardeo y elección):
Una obsesión: entre el incesto y la turbación.
Mi verga vernácula
Se desprende en ocasos...
Multiforme
Heteróclita
vaga por los orificios.
Yo incesto innato me persigo/
el insomnio me baja al techo/
la leche y el vino se mezclan/
el verdevejiga dispersa en el atril...
incesante calor, fresco: que ya llego
te veo y el pecado está puesto
en tu frente.
La noche se disuelve interminable,
y con los primeros destellos de luz:
intento (culpable) dormir.
De las drogas: La sobrepercepción puede llevar a experimentar el mundo inadecuadamente, con sentimientos de depresión en el primer caso, y de alucinación o delirio en el segundo. – De algún lado lo saqué...
De ese “algo” y la lógica razón: Alguna vez un amigo me escribió: “siendo lo más irracional posible, para seguir creyendo que hay algo que preserva la persistencia de esta enigmática especie humana, y ese “algo” no es la lógica razón; (espero que sigan siendo las mujeres)”.
De los aforismos: Sabemos que éstos son sentencias breves que se proponen como regla en alguna ciencia o en algún arte, el aforismo también da la ventaja de decir algo que se desea trasmitir en pocas palabras y concisamente, aquí les dejamos un ejemplo patente: “el habla es la casa del Ser” (M. Heidegger). –Yo me llamé a silencio, y ahora soy un trotamundos.
De la estrechez mental: Ésta puede suceder por disimiles razones: la mala alimentación, la enajenación, la alienación, una mala educación, pensar que existe una única verdad, e infinidades de razones que no valen la pena enumerar, pero, y es aquí donde quiero centrar la atención, dicha estrechez puede conducirnos tan erróneamente, que podríamos pensar toda la vida, que las cosas son así por que son así, y estaban predestinadas a ser así.
De los decadentes: A ustedes decadentes: ¡El día vendrá! Y no serán mas que estiércol, la lacra de este mundo, engreídos, demagogos, huyan en el arca de Noé, que naufragarán con él.
Del sentimiento cerrado: Lo tengo tan, pero tan cerrado, que no puedo expresarlo en simples y pérfidas palabras.
Del lápiz perdido en la orilla del Río Grande: Cuentan que Leopoldo llegó al verde césped, a la ribera del Río Grande, se sentó, miró fijo al cielo y exclamó: “¡Mueran todos ustedes, los que exaltan a la conciencia! ¡Porque el verdadero destino de la libertad yace ahí!... ¡Despertemos pequeños hombres y seamos todos mártires!”.
De cómo vivir el día a día en los tiempos que corren: Yo propongo suicidarnos por las noches y que una Mujer nos dé a luz por las mañanas; y así ad infinitum.
De la reencarnación: La reencarnación existe desde antaño: hoy somos hombres, mañana gusanos, plantas, peces, ¿quién sabe?... Tal vez eso a lo que nosotros llamamos espíritu puede estar todo formado por energía, y la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.
De la opinión de las mayorías: Dice bien Holbach: “En materia de religión hay muy poca gente que no comparte, más o menos, las opiniones del vulgo. Todo hombre que se aleje de las ideas comunes, es generalmente visto como un exaltado, un presuntuoso que se cree insolentemente más sabio que los demás”.
De los clichés: La gran paradoja es que el término cliché, víctima de su propia definición, se ha convertido en un cliché.
De la civilización: Visto y considerando la barbarie actual, qué milagro sería ‘volver a las fuentes’.
